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Cuando un Hombre te hace Feliz                                                                      26-09-2011

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No me quiero casar... ¿y qué?                                                                           15-08-2011

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Vos querés elegir cómo celebrar tu amor y Susanita no está invitada a la fiesta; pero ¿qué pasa cuando tu pareja tiene intenciones más tradicionales? Varias razones para no dar el "sí"

Vos querés elegir cómo celebrar tu amor y Susanita no está invitada a la fiesta; pero ¿qué pasa cuando tu pareja tiene intenciones más tradicionales? Varias razones para no dar el "sí"

Tu novio todavía no entiende por qué aún no aflojaste con el temita de que te da fobia el altar. Tu mamá y tu abuela opinan, horrorizadas, que la modernidad lo arruinó todo, mientras que tus amigas -sobre todo las solteras- siguen cuestionándose por qué siempre le dan pan al que no tiene dientes... ¿Qué pasó? Culturalmente, siempre fuimos nosotras quienes, al segundo día de noviazgo, fantaseábamos con la idea de caminar lentamente hacia el altar, pero hoy resulta que son cada vez más las mujeres que se descubren a kilómetros del "sí, quiero". Puede suceder que en tu cabeza no esté instalado el chip "Susanita", ese que se conmueve con la idea del vestido blanco, la fiesta y la luna de miel perfectas. O también es posible que todo aquello que rodea al matrimonio -ya sea civil y/o religioso- te resulte ilusorio, incómodo o directamente insoportable. ¿Es grave? No, es tan sólo otro síntoma más de una época en la que cada uno es libre de elegir de qué manera quiere comprometerse.

Igual te quiero
Hay amor, hay química sexual, hay proyectos para el futuro y unas ganas locas de envejecer juntos. Incluso, a veces, hasta existen hijos en común y algunos años de convivencia. Pero aun así, no hay casorio. Y ya nadie se espanta por esto. Social y culturalmente, estamos bastante lejos de aquellas generaciones de mujeres que si a los 25 años no estaban casadas, eran consideradas prácticamente "solteronas" sin remedio. Afortunadamente, hoy podemos elegir cuándo, cómo y con quién nos vinculamos afectivamente, e incluso escaparnos de ciertos mandatos sociales para buscar otras formas más personales de compromiso. El matrimonio ya no es un fin en sí mismo, sino una opción más para demostrar que querés compartir la vida con alguien.

"Un papel no cambia nada"
En términos legales, estar casada cambia algunas cosas. En principio, tu estado civil ante la ley. También implica formar una "sociedad conyugal" -es muchísimo menos romántico y más pragmático llamarlo así- que repercute en tu patrimonio económico y en ciertos aspectos, tales como las herencias, la patria potestad sobre los hijos, etc. Ahora bien, también es cierto que hoy existen otras formas de unión civil que también aseguran el acceso a esos derechos.

"No aumenta mi nivel de compromiso"
Antes, generalmente, las mujeres se casaban o... si el pretendiente daba muchas vueltas, terminaban buscándose otro novio. El matrimonio era considerado el objetivo final de una pareja, esa especie de diploma con el que te recibías de "la señora de", además de una forma de sellar el compromiso de ambos. Hoy en día -ley de divorcio mediante-, nadie está obligado a permanecer junto con una persona que no quiere. De modo que la palabra "compromiso" también forma parte de una elección mutua, casi cotidiana, y que muchas veces poco tiene que ver con las instituciones, sino con la actitud que ambos adopten frente a su relación.

"Conozco miles de matrimonios infelices o que terminaron en divorcios"
OK, es sabido que los matrimonios pueden no durar para siempre. O también pueden durar a la fuerza -basados en el imperativo "hasta que la muerte los separe"-, aunque esa unión provoque infelicidad y frustración. En el universo conyugal, todo es posible. Pero lo cierto es que los matrimonios que nos rodean -especialmente los de nuestros padres, amigos y familiares- van tejiendo una red invisible de modelos en los que solemos reflejarnos a la hora de pensar en la posibilidad del casamiento. "¿Vos querés casarte para que terminemos como tu hermano y la mujer, que se pelean a los gritos en el almuerzo del domingo?", le decís a tu novio cuando se topan con este tipo de parejas que, claramente, no hacen más que desmotivarte y atormentarte con la idea de que los matrimonios no son infalibles.

Yo no, él sí...
Pero... ¿qué pasa cuando el que tiene la fantasía del casamiento es él y vos no querés saber nada? En estos casos, se abre un panorama un poco más complejo, porque entran en juego los deseos de cada uno con respecto al futuro.

Si él quiere y vos no
Aumentá tu cercanía y tus gestos de cariño hacia él. Demostrale la confianza que de algún otro modo no le estás proporcionando, y que por eso se siente inseguro. Preguntate si esa libertad que vos querés seguir experimentando es a costa de dejar intranquilo a tu pareja. Charlen sobre el tema y busquen juntos los motivos por los cuales uno dice que sí y el otro, que no. Aprendan a ceder. Quizás uno de los dos tenga que acompañar los deseos del otro.


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Las diez frases más absurdas para terminar una relación                       08-08-2011

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¿Quién de nosotras no escuchó alguna vez alguna de estas razones inverosímiles mientras lagrimeábamos sin consuelo? A la hora de dejarnos, ellos no suelen ser muy originales; leelas y compartí tu experiencia.

Foto: Corbis
Por Agustín Aguirre
Especial para
RevistaOhlala.com


"Necesito tiempo para mí": Esta es, sin dudas, una de las mejores ¿Cómo alguien puede necesitar tiempo para uno mismo? ¿Acaso el que tenía lo vendió? ¿Se lo robaron? ¿Lo perdió en una apuesta? ¿Qué clase de excusa barata es esa?

Se supone que todo lo que uno hace es por y para uno, ¿no? Pero bueno, suponiendo que el reclamo tuviese lógica...¿Cómo se aplica el "tiempo para mí"? ¿Acaso uno entra a una máquina del tiempo y contrata una hora "para uno solo"? "Bueno, son $ 50, dejá el celular afuera y metete en aquella burbuja que yo te aviso cuando pasó la hora". Pasar tiempo con tu pareja, si es que la amas, es dedicarte tiempo a vos, ya que te nutre y te hace feliz.

"Necesito un tiempo": Pariente cercana de la anterior, esta excusa se lleva el premio a la más vaga de todas, ya que la persona que la usa ni siquiera se toma el trabajo de inventar razones, motivos o causas de separación que tengan el más mínimo sentido. ¿Pero acaso tu pareja es un boomerang? "Mirá mi amor, necesito un tiempo. Así vuelvo con todo, ¿entendés?. Me voy un tiempo para allá y después vuelvo con todo para acá".

Por favor, entiéndanlo de una vez: nadie te quiere y te pide un tiempo a la vez. Es ridículo, es imposible, es una mentira vil y cobarde. Si te pide un tiempo, es por que realmente te quiere lejos. Y punto.

"Me di cuenta de que somos muy jóvenes para formalizar una relación": Esta frase sola no tiene validez legal. Pero si a continuación se le aplica "No tengo dudas de que nos vamos a casar, pero ahora no es el momento", tenemos un caso.

"No, no. Pero me re valora. Me ama". No! No! Y no!, a ver si lo entendés de una vez! No te ama, no te valora y encima te está subestimando. Como mucho, le da pena tu cara de budín mojado y no sabe cómo decirte que no te quiere volver a ver en la vida. Y si no me creés, dale un millón de dólares y preguntale si no es joven para recibirlo. Si no te lo acepta, entonces decía la verdad.

"Tenemos pocas cosas en común": A veces el ser humano se toma esto de las relaciones muy a pecho: ¿Quién dijo que para ser pareja hay que convertirse en una sola persona?

Las relaciones no son un Mahjong (juego Chino) donde uno tiene que descubrir fichas iguales, y mucho menos dos caricaturas en un diario haciendo de "Encuentra las cinco diferencias". Es cierto que los opuestos se atraen, pero después de la primera noche de sexo, ni bien salen del hotel, se pelean porque uno quiere comer parrilla y el otro es vegetariano.

"No sos vos, soy yo": Respecto de esta excusa no tengo absolutamente nada para decir, salvo que me gustaría felicitar personalmente al creador. Esta frase es el ancho de espada de una partida de truco, es el "Espejito rebotín", el "peli no vuelve"; la última palabra de cualquier conversación.

Contra esta frase nadie puede: es irrefutable, indiscutible, absoluta. Nadie ha descubierto aún una respuesta válida que anule este atentado de realidad, pero se comenta que un grupo de científicos franceses sacaron una pulsera para recaudar fondos y combatirla.

El "No sos vos soy yo" es una obra de arte. Es la muerte súbita. No admite respuesta, no te deja pensar, no da lugar a réplica y, ni siquiera, nos deja enojarnos con el otro, que te quiere tan, pero tan poco, que está dispuesto a echarse la culpa de todo lo que salió mal.

"No quiero lastimarte": No entiendo el fin de esta frase. Si no querés lastimarme no me dejes, si realmente no querés lastimarme va a ser mejor que te quedes aunque sientas pena ¿Cómo se evita no lastimar a alguien diciéndole que lo vas a lastimar para no lastimarlo?

Tal vez el motivo más contradictorio del mundo de frases armadas a la hora de dejar una pareja, pero no por eso menos efectiva, ya que son muchas personas las que salen gloriosas de una relación, sintiéndose buenas personas y dejando a la persona abandonada convencida de que la ama tanto, pero tanto, que prefirió correr el riego de perderla antes que herirla. Mentira vil, sin sentido y tonta.

"Me quiero dedicar a lo profesional": Genial, estoy totalmente de acuerdo, es por eso que te ofrezco que seamos amigos, así los sábados a la noche puedo acompañarte al boliche a trabajar ¿Verdaderamente creen en estas sandeces? Cuando tenemos al lado a alguien que nos hace bien, nos hace crecer como personas en todos los sentidos, entonces esta frase, podría ser traducida al castellano como: "No sabía qué decirte, recurrí al trabajo porque es el único lugar al que no podés acompañarme".

"Necesito encontrarme conmigo mismo": ¿En qué momento de la relación comenzaste a sufrir el síndrome de "Buscando a Wally"? Si te perdiste, dejame que te ayude a encontrarte, solo tenemos que hacer memoria. Si fue en el colegio, vamos a la caja de "Objetos Perdidos", si fue en el gimnasio vamos a los guardarropas, y si fue en una noche de locura, mejor que te pierdas para siempre.

"No puedo darte lo que vos necesitas": ¿Ahora te acordaste? A no ser que le estés pidiendo que te haga una réplica del obelisco y la plante en tu jardín, esta frase debería ser ilegal. Si no podés darme lo que necesito es porque claramente deberías haber empezado diciendo: "No te amo". Nadie necesita más que afecto, compañía y respeto, por ende, si esta teoría es real, espero cruzarte soltero de acá hasta el día de tu muerte, ya que me estás diciendo que no sabés dar lo que cualquier ser humano necesita. No es lo que vos necesitas, es simplemente que no puede dártelo a vos particularmente.

"Mi psicólogo me dijo..." : El mio me dijo que sos una persona bastante tonta, pero no por eso decidí decírtelo. En esta frase no dudo de la buena fe de la persona que la dice, sino más bien de su sano juicio. Nadie en sus cabales, más que una persona que su conexión con el mundo real penda de un hilo de pizza, es capaz de citar a su psicólogo cual alterego para poder decir lo que siente. Y bueno, está bien, avisame cuando el psicólogo te diga que es tiempo de probar nuevas cosas...

¿Te dijeron alguna vez alguna de estas frases? ¿Cómo respondiste? Contá tu experiencia.